10 Consejos Esenciales para Aliviar el Dolor de Espalda en el Embarazo
- DuckWalk
- 6 nov 2013
- 8 Min. de lectura
Actualizado: 22 ene 2024
El dolor de espalda durante el embarazo es una molestia común que experimentan muchas mujeres a medida que avanzan en su gestación. Aproximadamente entre el 50% y el 70% de las mujeres embarazadas experimentan algún grado en diferentes momentos del embarazo.
Este dolor suele localizarse en la región lumbar o en la zona pélvica y puede deberse a diversos factores, como el aumento de peso, cambios en el centro de gravedad, la relajación de los ligamentos debido a la hormona relaxina y la tensión muscular. Además, el crecimiento del útero puede ejercer presión sobre los nervios y los vasos sanguíneos en la zona lumbar y pélvica, lo que también puede contribuir al dolor de espalda.
Este puede variar desde una molestia leve hasta un dolor severo e incapacitante. Si bien es una condición común, es importante abordarlo de manera adecuada para garantizar una mayor comodidad y calidad de vida durante la gestación.
En este artículo, exploraremos 10 consejos esenciales para reducir el dolor de espalda en el embarazo y mejorar la calidad de vida de las futuras mamás. ¡Sigue leyendo para descubrir cómo puedes disfrutar de un embarazo más cómodo y saludable!
1.- MANTÉN UNA POSTURA ADECUADA:
Una postura correcta es clave para prevenir y aliviar el dolor de espalda durante el embarazo. A medida que tu barriga crece, es importante evitar encorvarse o inclinarse hacia atrás. Algunas recomendaciones para mantener una buena postura incluyen:
Al estar de pie, asegúrate de que tus hombros estén hacia atrás y tu pecho hacia fuera. Distribuye el peso de manera uniforme en ambos pies y evita bloquear las rodillas.
Al sentarte, elige una silla con soporte lumbar y apoyo para los brazos. Mantén los pies apoyados en el suelo y la espalda recta.
Al agacharte, dobla las rodillas y mantén la espalda recta en lugar de inclinarte hacia adelante.
2.- PRACTICA EJERCICIOS DE FORTALECIMIENTO Y ESTIRAMIENTO:
El ejercicio durante el embarazo puede fortalecer los músculos y reducir el dolor de espalda al mejorar la postura, aumentar la flexibilidad y aliviar la tensión en músculos y articulaciones. A medida que el útero crece, el centro de gravedad se desplaza hacia adelante, lo que puede causar dolor de espalda. Fortalecer los músculos de la espalda, abdomen, glúteos y muslos ayuda a mantener una postura adecuada y distribuir el peso de manera más uniforme, lo que a su vez reduce la tensión en la columna vertebral.
Los ejercicios de bajo impacto son ideales para el embarazo, ya que reducen el riesgo de lesiones y evitan la fatiga excesiva. Algunos ejemplos de ejercicios de bajo impacto para embarazadas incluyen:
Caminar: Es un ejercicio fácil y seguro que ayuda a mantenerse activa, fortalece músculos y mejora la circulación sanguínea.
Yoga prenatal: El yoga prenatal es una práctica adaptada para embarazadas que se centra en la respiración, la flexibilidad y el fortalecimiento muscular. Ayuda a reducir la tensión en la espalda y las articulaciones y mejora la postura.
Pilates prenatal: Similar al yoga prenatal, el pilates prenatal se enfoca en la estabilización del tronco y la postura, lo que puede reducir el dolor de espalda.
Natación: La natación es un ejercicio de bajo impacto que permite una amplia variedad de movimientos, alivia la presión sobre las articulaciones y fortalece músculos del cuerpo.
Ejercicios de Kegel: Estos ejercicios fortalecen los músculos del suelo pélvico, lo que puede mejorar el soporte para la espalda y aliviar el dolor.
Es importante que las embarazadas consulten a sus médicos antes de comenzar cualquier rutina de ejercicio y se aseguren de no sobrecargar su cuerpo durante la práctica.
3.- UTILIZA CALZADO ADECUADO:
Un buen calzado durante el embarazo es esencial para mantener la comodidad y el apoyo adecuado para los pies, ya que el aumento de peso y los cambios hormonales pueden afectar la estructura y la estabilidad. Aquí hay algunas características a considerar al elegir el calzado adecuado:
Soporte en el arco: Un buen soporte en el arco es crucial para mantener la alineación y la estabilidad del pie, así como para reducir la tensión en los músculos y las articulaciones.
Amortiguación: La amortiguación adecuada ayuda a absorber el impacto al caminar, proporcionando comodidad y protección para los pies y las articulaciones.
Estabilidad: Un calzado estable ayuda a prevenir torceduras y lesiones en los tobillos y las rodillas, especialmente cuando el centro de gravedad de la mujer embarazada cambia debido al aumento de peso.
Suela antideslizante: Las suelas antideslizantes son importantes para prevenir resbalones y caídas, ya que el embarazo puede afectar el equilibrio y la coordinación.
Flexibilidad: Un calzado flexible permite que el pie se mueva de forma natural al caminar, proporcionando comodidad y reduciendo la fatiga.
Material transpirable: Los materiales transpirables, como la malla, permiten una buena circulación de aire y evitan la sudoración excesiva y la incomodidad.
Ajuste adecuado: Durante el embarazo, los pies pueden hincharse o aumentar de tamaño. Es importante elegir un calzado que se ajuste cómodamente, pero que también tenga espacio suficiente para acomodar cambios en el tamaño del pie.
Fácil de poner y quitar: Un calzado fácil de poner y quitar es conveniente, especialmente en etapas avanzadas del embarazo, cuando puede ser difícil inclinarse o atarse los cordones.
Al elegir el calzado adecuado para el embarazo, es fundamental probar diferentes estilos y marcas para encontrar el que proporcione el máximo apoyo y comodidad.
Duckwalk es una marca especializada de zapatillas para el embarazo y posparto con certificación medica tecnológica, avalado por ginecólogos y comadronas en España.
4.- DORMIR EN UNA POSICIÓN CÓMODA:
Dormir de manera adecuada y cómoda durante el embarazo es esencial para reducir el dolor de espalda y garantizar un descanso reparador. Aquí hay algunas recomendaciones para ayudar a las mujeres embarazadas a dormir cómodamente y aliviar el dolor de espalda:
Posición de dormir: Dormir de lado, preferiblemente sobre el lado izquierdo, es la posición recomendada durante el embarazo, ya que mejora la circulación sanguínea hacia el útero y el feto, y también reduce la presión sobre la columna vertebral. Evita dormir boca arriba, ya que puede ejercer presión adicional sobre la columna vertebral y las venas importantes.
Uso de almohadas: Colocar una almohada entre las rodillas puede aliviar la presión en la columna vertebral y la pelvis. Además, usar una almohada de cuerpo completo en forma de “C” o “U” puede brindar apoyo adicional al abdomen, la espalda y las piernas.
Colchón adecuado: Un colchón firme pero cómodo puede proporcionar el soporte necesario para mantener la columna vertebral alineada y reducir el dolor de espalda. Si no puedes cambiar el colchón, considera agregar un cubrecolchón de espuma con memoria para aumentar la comodidad.
Apoyo lumbar: Si te resulta incómodo dormir de lado, puedes intentar colocar una pequeña almohada o toalla enrollada debajo de la zona lumbar para brindar apoyo adicional a la espalda baja.
5.- CONTROLA TU PESO:
La ganancia de peso adecuada durante el embarazo es esencial para mantener una salud óptima tanto para la madre como para el bebé. El aumento excesivo de peso puede generar presión adicional en la columna vertebral y las articulaciones, lo que puede resultar en dolor de espalda. Para minimizar este riesgo, es fundamental seguir las recomendaciones de ganancia de peso según las pautas establecidas por los expertos en salud.
El aumento de peso recomendado durante el embarazo depende de tu estado de salud y tu índice de masa corporal (IMC) previo al embarazo.
El incremento de peso según el IMC previo a la gestación:
El IMC es un ratio que se calcula a partir de la estatura y el peso, y que se usa para determinar si el peso de una persona se encuentra por debajo de lo normal, si es normal o si la persona tiene sobrepeso o es obesa. Si tu peso era normal en relación a este índice, deberías ganar entre 10 y 15 kilos, a lo largo de la gestación. Si tu peso era inferior al rango de normalidad, deberías ganar más peso que alguien con un peso normal antes del embarazo. Si presentabas sobrepeso u obesidad, el aumento de peso debe ser inferior.
DELGADA: IMC inferior a 20 – Aumento de hasta 12,5 kg
NORMAL: IMC entre 20 y 25 – Aumento de 11,5 kg
SOBREPESO: IMC entre 25 y 30 – Aumento de 7 kg
OBESA: IMC entre 30 y 40 – Aumento de 7 kg
Es importante recordar que estas pautas son generales y que cada embarazo es único. La ganancia de peso ideal puede variar según factores individuales, como la salud general, la genética y el historial médico. Para obtener recomendaciones personalizadas, es fundamental consultar a un médico o profesional de la salud.
6.- MASAJES Y TECNICAS DE RELAJACIÓN:
Realizado por un terapeuta capacitado en masajes para embarazadas puede aliviar la tensión en los músculos de la espalda y proporcionar una relajación general. Asegúrate de informar al terapeuta sobre tu embarazo para que utilice las técnicas y posiciones adecuadas.
7.- UTILIZA SOPORTE PRENATAL:
El uso de un soporte prenatal, también conocido como cinturón de maternidad o faja prenatal, puede ser útil para reducir el dolor de espalda durante el embarazo. Estos soportes están diseñados para brindar apoyo adicional al abdomen y la espalda baja, aliviar la presión en la columna vertebral y distribuir de manera más uniforme el peso del útero en crecimiento.
Aquí hay algunas pautas para usar correctamente un soporte prenatal:
Selección del soporte adecuado: Elige un soporte prenatal que sea cómodo, ajustable y de la talla adecuada. Hay diferentes tipos de soportes disponibles, como cinturones de maternidad, fajas y bandas de soporte. Algunos proporcionan apoyo solo para el abdomen, mientras que otros también brindan soporte para la espalda baja y las caderas. Prueba diferentes modelos para encontrar el que mejor se adapte a tus necesidades y proporcione el nivel adecuado de apoyo.
Colocación correcta: Sigue las instrucciones del fabricante para colocar correctamente el soporte prenatal. Por lo general, debe colocarse debajo del abdomen y alrededor de la espalda baja, justo por encima de las caderas. Asegúrate de que el soporte esté ajustado, pero no apretado, y que no restrinja el flujo sanguíneo ni cause incomodidad.
Ajuste gradual: Comienza usándolo durante períodos cortos y aumenta gradualmente el tiempo de uso a medida que te acostumbras al soporte. Puedes usarlo durante actividades que impliquen estar de pie o caminar por períodos prolongados, o cuando sientas una mayor presión en la espalda baja.
8.- EVITA LEVANTAR OBJETOS PESADOS:
Delega la tarea de cargar objetos pesados a otras personas para prevenir lesiones en la espalda.
9.- APLICA CALOR Y FRIO:
La terapia de calor y frío puede ser una forma efectiva y segura de aliviar el dolor de espalda durante el embarazo si se aplica correctamente. Estas terapias funcionan aliviando la inflamación, relajando los músculos tensos y estimulando la circulación sanguínea en la zona afectada. Aquí hay algunas recomendaciones para aplicar terapia de calor y frío en mujeres embarazadas:
Terapia de frío:
Utiliza una bolsa de hielo, compresas frías o paquetes de gel congelado envueltos en una toalla delgada o paño para proteger la piel.
Aplica la terapia de frío en el área afectada durante 15-20 minutos, con descansos de al menos 1-2 horas entre las aplicaciones.
La terapia de frío es más efectiva en las primeras 24-48 horas después de la aparición del dolor o la inflamación, ya que ayuda a reducir la hinchazón y la inflamación.
Terapia de calor:
Utiliza una almohadilla térmica eléctrica, una bolsa de agua o compresas calientes envueltas en una toalla delgada o paño para proteger la piel.
Aplica la terapia de calor en el área afectada durante 15-20 minutos, con descansos de al menos 1-2 horas entre las aplicaciones.
La terapia de calor es más efectiva después de las primeras 48 horas, ya que ayuda a relajar los músculos tensos y aumentar el flujo sanguíneo a la zona afectada.
Precauciones:
No apliques calor o frío directamente sobre la piel para evitar quemaduras o daños en los tejidos.
No utilices terapia de calor si tienes inflamación aguda, piel dañada o heridas abiertas.
Evita aplicar calor en el abdomen durante el embarazo.
Presta atención a cómo se siente tu cuerpo durante la aplicación de calor o frío, y retira la fuente de calor o frío si experimentas incomodidad o dolor.
10.- CONSULTA A UN PROFESIONAL:
Si el dolor de espalda persiste o empeora, visita a un médico, fisioterapeuta o quiropráctico especializado en el cuidado del embarazo para recibir orientación y tratamiento adecuado.
Recuerda que cada embarazo es diferente, y lo que funciona para una persona puede no ser adecuado para otra. Siempre consulta a tu médico ante cualquier duda.
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